Tenemos melodías que se han oído mil veces antes, no solo en esta banda, pero también en otras. Los riffs, con excepciones son blandos, sin poder, y a veces el álbum está tan sobresaturado de teclados, que los riffs no se oyen nada. Los teclados están bien, pero no son la gran cosa. El bajo no tiene mucha presencia que digamos, solo se oye en partes medio suaves pero no sorprende de alguna manera. Después de esto, tenemos las vocales. El detalle es que no solo Liv Kristine canta, sino que además canta Alexander Krull (teclados, esposo de Liv y líder de Atrocity). Las vocales de este último son simple y llanamente horrendas. Es como si él hubiera pensado: "Hey, me gusta las vocales Death, metámoslas al azar en el álbum". Sus vocales, aparte de que me parecen de mala calidad (mantiene muy pocos los tonos) no combinan con el resto del álbum. Esto se nota en la canción "My Destiny", ¡en la que una parte con base rítmica totalmente Nu-metal! Si ha esto le agregamos las horribles vocales de él, hace que una canción que empezaba de manera excelente se vaya totalmente por la borda. Un álbum desechable, malo, malísimo, no vale la pena y verdaderamente lamento haber perdido mi valioso tiempo oyéndolo. Para no volverlo a oír nunca más.
Daniel J.
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