AL IGUAL QUE EL AYUNO, LA PENITENCIA Y EL RECOGIMIENTO, EL FIN INMEDIATO DE LA SOLEDAD ES EL AQUIETAMIENTO DE LA VOLUNTAD.
Y AL LOGRAR EL AQUIETAMIENTO DE LA VOLUNTAD, INMEDIATAMENTE DEJAMOS DE SUFRIR. POR LO QUE, CONTRARIO A LO QUE SE PIENSA, LA SOLEDAD, NO TIENE COMO FIN INMEDIATO EL DOLOR.
Extraido del libro "Como disfrutar la soledad"
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